Haremos un Top 5, que tiene rima fácil:
5- La Torre de Londres es muy chula. Pero el problema, quizás, es que la masificación de turistas, los cuervos en las jaulas, los Beefeaters haciendo de guías, los puestos de helados, y las colas para entrar en algunas salas; todo ello le da un ambiente de parque de atracciones que le quita mucho encanto. Por eso no llega a ocupar un lugar en el Top 5. Lo que sí merece entrar es la colección de Joyas de la Corona Británica. La corona de San Eduardo, la corona Imperial del Estado, la corona imperial de India (espectacular, usada una vez en la historia) y sobre todo, el diamante Cullinan I, o Primera Gran Estrella de África, engarzada en el Cetro de la Cruz, el diamante más grande del mundo. Entrar a la Torre de Londres vale la pena sólo por verlos.
Así de grande es el Cullinan I |
Las Joyas de la Corona Británica |
4- En cuarto lugar, hay que poner el espectacular British Museum. Como todos los museos inmensos, te puedes perder horas y días dentro, así que destacaremos la espectacular colección de frisos, estatuas y metopas del Partenón de Atenas, la piedra Rosetta, las momias egipcias y los restos de dos de las Siete Maravillas del Mundo que conserva: los del Templo de Artemisa y los del Mausoleo de Halicarnaso.
Ná, una estatuilla del Mausoleo |
3- En tercer lugar, la Abadía de Westminster. Estos días no para de salir en la tele. La Abadía es preciosa, aunque no tan grande en su nave central como otras catedrales que ya hayamos visto. De la Abadía, como ya dijimos, destaca la Capilla de Henry VII (Lady Chapel), que tiene un techo y un todo, maravilloso.
2- En segundo lugar, el Palacio de Westminster, o más conocido como el Houses of Parliament. El edificio por fuera es asombroso. El Big Ben no nos ha parecido más pequeño de lo esperado, sino todo lo contrario (mide 96m de altura, y la aguja de los minutos, 4m!), y mucho más bonito y brillante de lo previsto. Y por dentro, como palacio que es, lleno de estatuas, suelos artesanados... y no se puede olvidar la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes, que son muy curiosas de ver. Nos ha encantado.
1- Y por último, lo que más nos ha gustado de nuestra visita a Londres... no está propiamente en Londres. Se trata del Castillo de Windsor, la casa de la Reina de Inglaterra. No tiene desperdicio: es el castillo medieval mejor conservado, pues se sigue usando como residencia. Y ¡mola ver un castillo medieval! Y si, además, le añades una Casa de Muñecas magnífica, joyas, cuadros, tapices, vidrieras, capillas, tumbas de reyes, una Reina que estaba por allí y te preguntas si cuando irás al lavabo te la encontrarás casualmente allí... En fin, muy muy chulo e imprescindible.
Y como Bonus, hay otras dos cosas que nos gustaron mucho que creemos que merece la pena una visita, pero esto ya es muy personal:
- El Mercadillo de Camden, si os gusta ver el ambientillo juvenil/canalla de domingo por la mañana.
- Y las Cabinet War Rooms, el búnker donde Churchill y su Gabinete de Guerra dirigieron las operaciones militares durante la II Guerra Mundial. Al acabar la guerra, los que allí trabajaron cerraron y se fueron. Así que cuando reabrieron las puertas, se lo encontraron (y lo conservaron) tal y como quedó la cosa, incluso con los puros de Churchill o los azucarillos de un comandante. También se pueden escuchar conversaciones entre Churchill y Roosevelt, y ver el Churchill Museum.Visita cultural/friki/históricamente imprescindible.
La silla diferente, es la que usaba Churchill
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